Hay muchas dudas acerca de los efectos secundarios que puede causar la apiterapia. Como se trata de una terapia natural, el único efecto secundario que puede haber es la reacción alérgica al veneno de abeja, es decir, alergia a la apitoxina.
Alergia a la apitoxina
Entre un 0,4 y 2% de las personas sufren una elevada sensibilidad al veneno de los himenópteros, incluida la apitoxina. Una sola aplicación podría desarrollar un shock anafiláctico, que puede poner en riesgo la vida de la persona, si no es tratado a tiempo con un antídoto.
Por eso, en nuestra consulta de Apiterapia, exigimos antes de empezar con el tratamiento de picaduras de abejas, una analítica tipo IgE, específica de veneno de abeja en un laboratorio de análisis clínicos para poder descartar, con seguridad, cualquier posibilidad de reacción alérgica.
Además, está totalmente contraindicado aplicar veneno de abeja, apitoxina, en los siguientes casos:
Hipersensibilidad (alergia al veneno de abeja)
Ateroesclerosis avanzada
Personas que se traten con beta-bloqueadores. La epinefrina (antídoto) no podría ser efectiva en casos de reacción alérgica.
Tuberculosis.
Albuminuria.
Enfermedades psíquicas.
Enfermedades del hígado (hepatitis)
Insuficiencia de las glándulas suprarrenales.
Nefritis.
Riñones poliquísticos.
Enfermedades venéreas (sífilis, gonorrea, etc.)
úlcera gástrica y duodenal con tendencia a hemorragias.
Durante el periodo menstrual.
Embarazo.
Cardiopatías (afecciones cardiovascular crónica, aneurisma de la aorta, angina de pecho, miocarditis.
No se aplica el tratamiento a personas con temperatura elevada.
Hepatitis y glaucoma.
Hipertrofia de la próstata.